La vicepresidenta segunda y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, y el consejero de Justicia y Calidad Democrática de la Generalitat de Cataluña, Ramón Espadaler, han renovado y completado el Convenio de Colaboración entre ambas instituciones, firmado para los próximos cuatro años. Este acuerdo busca mantener y reforzar las políticas públicas de Memoria y Convivencia en un momento en el que algunas comunidades autónomas están eliminando estas políticas.
Ambos representantes han compartido su compromiso con estas políticas y han destacado la estrecha colaboración entre Navarra y Cataluña en materia de Memoria Histórica. El convenio permitirá desarrollar iniciativas comunes a través del Instituto Navarro de la Memoria y el Memorial Democràtic, entidades públicas competentes de cada gobierno.
Se ha resaltado la importancia de trabajar en conjunto en la identificación de restos y personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, así como en la sensibilización y divulgación de la Memoria Histórica. El acuerdo incluye la colaboración en la señalización de lugares de memoria, la organización de exposiciones y eventos, y la exploración del conocimiento sobre el exilio republicano.
Además, se ha mencionado la necesidad de transmitir a las nuevas generaciones el conocimiento riguroso de lo sucedido durante esa época para evitar que se repita. Ambas instituciones se comprometen a seguir trabajando en políticas públicas de Memoria ambiciosas, basadas en valores como la libertad, la igualdad y la justicia.
En otro ámbito, la delegación de Cataluña se reunió con la Dirección General de Justicia de Navarra para tratar la implantación de la ley de Eficiencia del Servicio Público de Justicia en ambas comunidades. Se destacó el trabajo conjunto y el compromiso por acercar la justicia a la ciudadanía, haciendo que los servicios sean más accesibles y ágiles.
Este acuerdo entre Navarra y Cataluña refleja un compromiso firme con la memoria de las víctimas y busca avanzar hacia una política pública sólida de Memoria Democrática, en un contexto en el que la ola reaccionaria se extiende en Europa e internacionalmente.
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